Entre los países con mayor potencial de producción de energía renovable en 2050 se encuentran Noruega (más de 1.900 TWh), España (más de 1.760 TWh) y Francia (más de 1.700 TWh)
Para alcanzar la neutralidad climática, la industria europea necesitará en el futuro grandes cantidades de hidrógeno renovable, y España, el país del sol, lo tiene todo para liderar este vector energético en Europa.
Así lo refleja un nuevo estudio de RIFS de Potsdam, Fraunhofer ISI y la Agenda Alemana de la Energía, en el marco del proyecto de investigación HyPat, y formula cinco recomendaciones a la UE y los Estados miembros, además de revelar un importante desajustes entre la proporción de las inversiones actuales y los potenciales de las distintas regiones europeas para la producción de hidrógeno a bajo coste.
Los países ventosos y soleados con un elevado potencial de producción de energía renovable de bajo coste podrían satisfacer en gran medida la demanda europea de hidrógeno en el futuro y suministrar hidrógeno a aquellas regiones europeas que no disponen de un potencial económico suficiente en comparación con la demanda prevista en el futuro, como Alemania o los Países Bajos. Sin embargo, las inversiones realizadas en esos países son actualmente bajas.
Potencial
Europa podría satisfacer en gran medida su futura demanda de hidrógeno a partir de la producción nacional a precios competitivos. Existe, por tanto, la oportunidad de hacer que la industria europea dependa menos de las importaciones a terceros países.
Según el estudio, el potencial técnico para producir electricidad renovable en Europa en 2050 a costes de hasta 40 euros/MWh es lo suficientemente grande como para satisfacer toda la demanda de electricidad, incluida la electricidad necesaria para producir hidrógeno, incluso suponiendo un uso generalizado del hidrógeno.
Las regiones con gran potencia de eólica y fotovoltaica desempeñarían un papel crucial en la producción de hidrógeno y entre los países con mayor potencial de producción de energía renovable en 2050 se encuentran Noruega, España y Francia. Además estos Estados tienen más potencial del que necesitan para satisfacer su propia demanda, incluso con un fuerte uso doméstico del hidrógeno.
Importaciones
Francia plantea actualmente 6,5 gigavatios de capacidad de electrólisis para 2030, mientras que España elevó recientemente su objetivo de 4 gigavatios a 11 gigavatios, lo que la sitúa actualmente en el primer lugar de Europa. La Estrategia Nacional del Hidrógeno del Gobierno alemán prevé 10 gigavatios de capacidad de electrólisis para la producción de hidrógeno en 2030. Sin embargo, y a pesar de estos objetivos, Alemania no podrá satisfacer su demanda por sí sola.
Según el estudio, la demanda futura de Alemania es más del doble de su potencial de expansión de las energías renovables. En 2050, Alemania podría ser el país deficitario con más déficit absoluto de suministro dentro de la UE. Incluso con una gama limitada de aplicaciones, habría un déficit de más de 550 TWh de energía renovable, según los investigadores.
Inversiones
«La Unión Europea no está aprovechando plenamente los potenciales identificados por el estudio para cumplir los objetivos de producción de hidrógeno ecológico» declaran los investigadores del estudio.
Estos mismos señalan también que las inversiones en producción y uso del hidrógeno no están incluyendo algunas de las regiones más prometedoras. Alemania, Francia y Gran Bretaña son los países que más invierten actualmente en el desarrollo de una industria del hidrógeno. En España están previstos varios proyectos, pero el volumen de inversión a escala nacional está muy por debajo del potencial del «país del sol».
El estudio también critica que los actuales programas de financiación de la UE, como el Fondo de Innovación de la UE, no harían sino agravar este desequilibrio. Y propone una serie de propuestas que podrían ayudar a distribuir mejor las inversiones en Europa y proporcionar un apoyo más específico para el despegue comercial de la industria del hidrógeno en los países con gran potencial.
Entre las propuestas se encuentra aumentar la financiación a escala e la UE de proyectos relacionados con el hidrógeno tanto en su producción como en su uso, permitir subastas transfronterizas de hidrógeno verde, fijar objetivos nacionales de expansión de la electricidad renovable en todos los estados de la UE, desarrollar asociaciones bilaterales o regionales para el hidrógeno entre los países excedentarios y los deficitarios y centrar el uso del hidrógeno en los países deficitarios en los sectores más difíciles de electrificar.
Fuente: El Periódico de la Energía